Yo no soy muy romántica, aunque he visto Orgullo y Prejuicio tanto en serie como en peli varias veces... Será eso, que el romance es para la gran pantalla y para los libros... En el día a día soy más bien práctica... Con decir que el ramo más bonito que me han regalado en mi vida fue uno de espárragos silvestres que me trajo Antonio... Sí, llamó a la puerta y cuando abrí tenía un manojo de espárragos en la mano de lo más hermoso! Me hizo más ilusión que si hubiese sido de rosas, la verdad. Hice una sopa de espárragos...
El caso es que recibí un encargo de cupcakes para hoy y no se me ocurrió nada más ideal para San Valentín que la fresa y el chocolate... Soy de la opinión de que para disfrutar un buen dulce hay que huir de "empalagoseríos"... Evidentemente el azúcar es fundamental, pero el exceso mata los sabores... Os puedo asegurar que estos cupcakes saben a fresa y a choooocooolate!
Vamos con los ingredientes... Ya sabéis que siempre pongo los ingredientes en el orden en el que se van mezclando, excepto la leche o el yogurt, que se intercala con la harina.
También os recomiendo que antes de empezar con la masa pongáis los papelitos en el molde y el horno a calentar a 180... Mi horno es de aire y lo pongo a 160.
Para el bizcocho:
115 gr de mantequilla a temperatura ambiente
100 gr de azúcar blanca y 60 gr de morena
3 huevos
180 gr de harina, 40 de cacao amargo y 2c de levadura tamizados
1 yogurt de fresa
3 fresas medianas picadas finitas
No os podéis imaginar el aroma y sabor que aportan tres fresitas!
Cunado están hechas las magdalenas ( a mi me salieron 16), se dejan 5 minutos en el molde para posteriormente dejarlas enfriar en una rejilla.
Cuando están frías las descorazonamos (jeje, que anti San Valentín suena) y les ponemos mermelada de fresa.
Vamos con la crema... Esta vez me he superado, he logrado una crema super achocolatada, con buena textura y nada dulce! Venga, os diré el secreto:
100 gr de icing sugar tamizada
140 gr de mantequilla punto pomada
120 gr de chocolate valor
3 cucharadas de cacao amargo
Una cucharada de leche
Dos gotas de esencia de vainilla
Primero se mezcla insistentemente el azúcar con la mantequilla... la leche, la vainilla, venga a darle caña y añadimos el cacao poco a poco... Cuando la crema ya está suave añadimos el chocolate derretido pero no caliente y le metemos más caña a la máquina, que coja aire y mejore la textura....
Me ha encantado esta crema porque sabe mucho a chocolate y no es tan intensa como si la hacemos únicamente con cacao amargo...
Para adornar me di cuenta de que una fresa entera era mucha tela así que usé la puntita...
Eah! y listas para el transporte!
Espero que a Paola y Marilo les hayan gustado...
Y espero que os gusten a vosotros también!