Los scones son unos pastelitos muy habituales para los ingleses pero que a nosotros nos resultan de lo más exóticos... Nos los podemos imaginar en una tarde tomando el té en una de esas mansiones victorianas de las novelas de Jane Austin... y a mi se me va la pelota y me acuerdo de Colin Firth en la serie Orgullo y prejuicio, ay! El caso es que si los ingleses llevan siglos preparándolos será por algo... digo yo que serán el equivalente a nuestros borrachuelos o pestiños, que la receta te la dio tu abuela, y a ella su abuela, y así hasta la época de María Castaña, y el caso es que la receta se te queda en la cabeza y no se te olvida, y sabes a ciencia cierta que se la contarás a tus nietos... Eso, pues yo le contaré a mis nietos las de los borrachuelos de mi abuela y la de los scones porque juro con la mano puesta sobre La Biblia de los pasteles que ya no se me olvida!
Hay muchas versiones de scones, pero ésta es bastante fácil y quedan buenísimos!
La receta la he sacado del libro de Learn to bake que, a parte de traer recetas deliciosas, de unos consejos muy útiles! Uno de los consejos útiles de esta vez es que cuando una receta lleva harina con levadura incorporada y no tienes debes contar 4 cucharaditas por cada 230 gr de harina, pero a mi, personalmente, me parecía mucha telay le he puesto 3!
Primero ponemos el horno a precalentar a 180º
Vamos con los ingredientes:
250gr de harina de repostería
3 cucharaditas de levadura
50 gr de azúcar tipo caster (podéis moler un poco la normal)
50 gr de mantequilla
1 huevo
100 ml de leche ( o tres cucharadas de yogur natural y el resto de leche )
Un puñado de pasas ( opcional)
La preparación es de lo más sencilla:
1.Tamizamos en un bol la harina con la levadura y mezclamos con el azúcar.
2. Añadimos la mantequilla hecha cubitos y trabajamos con la punta de los dedos haste que la mantequilla esté integrada... debe quedar como hecho migajas.
3. Ponemos el huevo y lo integramos con la ayuda de una cuchara de palo o una espátula de goma.
4. Incorporamos la leche y trabajamos hasta que se integren todos los ingredientes. Si se quieren poner las pasas, éste es el momento!
5. Espolvoreamos la superficie de trabajo con un poco de harina y vertemos la casi-masa para trabajarla con las manos lo menos posible hasta que deje de estar pegajosa. No es una masa de pan y sobre trabajarla puede ser perjudicial.
6. La estiramos con el rodillo espolvoreando con harina para que no se nos pegue... La verdad es que el grosor va al gusto... yo le he dejado 1.5 cm más o menos y me han salido 18 con un cortador de tartaleta pequeña. Cuando ya hemos cortado hacemos una bola con la masa sobrante y repetimos operación.
Disponemos en una bandeja bien separados y horneamos unos 20 minutos hasta que se doren.
Se pueden pintar con leche o con huevo pero yo los he dejado tal cual. Los ingleses los toman con nata espesa y mermelada aunque mi versión es con queso crema y mermelada casera de ciruelas.
Es un bocado delicioso, con ingredientes fáciles, y que se prepara en un periquete.
Si os apetece la versión salada, sólo tenéis que cambiar los 50 gr de azúcar por queso rallado, y en vez de pasas unas aceitunas picadas, por ejemplo éstos:
Se pueden aromatizar con ralladura de cítricos, o ponerle otras frutas...
En fin, ya sólo me queda decir que espero que probéis a hacerlos y me contéis!